
Para quien lea los diarios, escuche y/o vea los noticiarios de radio y televisión, sabe muy bien que la violencia está en el entorno social y de manera particular en el hogar, en la familia. De ello son testimonio los menores maltratados, las personas torturadas, las mujeres golpeadas y violadas, y los millones de seres humanos que la han padecido por guerras, crímenes de odio, delincuencia común, violencia doméstica y crimen organizado.
La acción educativa que debe impulsarse con el propósito de prevenir y combatir la violencia social y escolar puede resumirse en cuatro palabras: Educar para la paz. Para llevar adelante este planteamiento se requiere, de manera paradójica, el análisis y la reflexión en torno al fenómeno de la violencia en su sentido más general, en su dimensión social. Y a partir de ello reconocer la violencia escolar como una manifestación y consecuencia de aquella, que tiene su expresión en el ámbito educativo y cuyos actores son los maestros y los alumnos, principalmente.
Esto es lo que se intenta articular en este cuaderno de viaje, con miras a la organización del trabajo docente para la investigación, la búsqueda, la discusión, el intercambio y la selección de materiales sobre la violencia social y escolar, con el concurso de mis alumnas de la licenciatura en pedagogía, de la Universidad Pedagógica Nacional, haciendo uso de determinados aspectos de los paradigmas psicopedagógicos, de las tecnologías de la información y la comunicación y del cómputo educativo.